El pasado 5 de diciembre viví uno de esos momentos que marcan el corazón: fui reconocida como Ejecutiva del Año 2024 por la Revista Zetta, durante la ceremonia especial “Persona del Año”, en la sede Caribe de la Universidad de los Andes.
Recibir esta distinción fue una gran sorpresa y, sobre todo, una inmensa alegría. No solo por lo que significa en términos profesionales, sino por lo que representa emocionalmente: una forma de reconocer todo el esfuerzo, la entrega y el compromiso con el trabajo bien hecho, con la gente, con el propósito.
La ceremonia, celebrada en el Salón Magistral de Uniandes – Sede Caribe, estuvo llena de afecto, respeto y propósito. Compartí este espacio con líderes, amigos, colegas y personas que, como yo, creen en la construcción diaria de una sociedad más justa desde lo público y lo social.
Este reconocimiento no me pertenece solo a mí. Pertenece a cada equipo con el que he trabajado, a cada familia beneficiada, a cada institución que me ha confiado una responsabilidad. Me impulsa a seguir trabajando con ética, visión y vocación.
Gracias, Cartagena, gracias Revista Zetta. Y gracias a quienes creen que el liderazgo es también humanidad.
Ser reconocida no es el fin, es apenas una estación en el camino de servir con amor y convicción.