A lo largo de mi vida profesional, he comprobado que las posiciones de liderazgo no se miden por la autoridad que se ejerce, sino por el impacto que se genera.
Un buen líder no alza la voz, levanta a su equipo. Escuchar, guiar con empatía y tener un propósito claro han sido mis pilares. El liderazgo con propósito no es una estrategia, es una forma de vivir.
Desde ahí, todo lo que se construye permanece.
He aprendido que liderar no se trata de tener el control, sino de tener claridad, escuchar con respeto y actuar con sentido. El verdadero poder está en servir
Beatriz Eugenia Cortés Gaitán